Todo el mundo cree que hacer ejercicio intenso es más que suficiente para poder comer todo lo que se desea y sin medida, y al mismo tiempo poder perder peso. La frase típica “mientras hagas ejercicio…”.
Nada más alejado de la realidad, y es que cuando se trata de perder o ganar peso, solamente un 20% del ejercicio tiene influencia en la transformación del cuerpo, siendo que el 80% restante le corresponde a una correcta alimentación.
Esto significa que adelgazar sin hacer actividad física extenuante, es posible, claro, siempre y cuando se lleve a cabo una dieta balanceada en donde se tenga el déficit calórico necesario como para que el cuerpo sea capaz de consumir las energías reservadas a lo largo de los meses, o años. Sin embargo, el problema recae en que tal vez esto se convierta en un reto mucho mayor durante las primeras semanas, en donde a cualquier persona le será muy difícil cambiar sus hábitos alimenticios, en donde quizás vea reducido su consumo calórico hasta en un 30-35% al día. Y no solo eso, sino que además es muy posible que con la transformación no sólo se pierda grasa, sino también masa muscular, haciendo que el proceso sea mucho más difícil y largo, ya que el músculo es un tejido importante para el cuerpo, y que requiere de grandes cantidades de energía para mantenerse.
Aún así, si estás decidido a continuar con eso, ya sea porque tendrás algún impedimento para realizar ejercicios, no habrá problema con ello, siempre y cuando seas capaz de balancear tus alimentos para no perder macronutrientes en el camino, provocando posibles problemas metabólicos o similares. Ante ello, lo más recomendable es acudir con el médico especialista para tener una idea más aproximada acerca de la ingesta diaria para tener un cuerpo saludable.