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martes, 3 de diciembre de 2013

El alcohol

¿Alguna vez se preguntaron cuál es el efecto de salir esta o cualquier otra noche durante el fin de semana sobre nuestra dieta y objetivos?

Lo que sucede es algo más o menos así: llego el viernes, la semana de estudio y trabajo por fin termina, lo único que puede verse en el horizonte es el fin de semana, podemos dormir hasta tarde, hasta salir de pelea con la cobija, de modo que esta noche, será la noche! hay que darse una buena ducha, ponerse la mejor ropa, usar el mejor perfume y partir sin hacer escalas directamente al bar, o a la disco! aunque pensándolo bien, probablemente tengamos hambre y decidamos hacer una escala para comer algo y recargar energía, además es mejor tener algo en el estomago para que el alcohol no nos afecte tan rápido no? no es esta la historia del fin de semana?

Hablemos primero del alcohol y sus efectos, Aunque quizá ya lo sabes, los carbohidratos y proteínas contienen 4 calorías por gramo, mientras las grasas tienen 9. El alcohol tiene 7 calorías por gramo, y se procesa de una manera diferente a los otros macro nutrientes. El alcohol no es un nutriente esencial. Cuando se ingiere, el cuerpo lo identifica como una toxina y trabaja muy duro para retirarla del organismo.

El alcohol tiene una reputación negativa entre la comunidad que practica deporte. Parte de eso es por el hecho que el alcohol disminuye severamente la capacidad del cuerpo para oxidar grasa. Un estudio publicado en the American Journal of College of Nutrition, encontró que cuando a hombres les dieron dos bebidas de vodka con limonada libre de azúcar, su capacidad para oxidar lípidos disminuyo un 73%!

La oxidación de lípidos es una medida de que tanta grasa está quemando tu cuerpo. Así que, incluso sabiendo que los cocteles tuvieran solo 90 calorías cada uno, tienen un grande impacto en la capacidad para quemar grasa de quien lo bebe.

En lugar de almacenarse como grasa, el alcohol se convierte en una sustancia llamada acetato. En un estudio, los sujetos tuvieron el nivel de acetato en la sangre 2,5 veces más alto de lo normal tras ingerir alcohol. Esta subida súbita de acetato pone el freno a la perdida de grasa.

De los 24 gramos de alcohol que fueron consumidos por los sujetos en ese estudio, solo entre 3-5% del total ingerido fue convertido en grasa. Nuestro cuerpo responde al alcohol como si se tratara de un exceso de carbohidratos. De modo que el alcohol no es necesariamente maligno porque se almacene como grasa, sino porque reduce la capacidad del cuerpo para utilizar la grasa como energía y quemarla. (Cordain L, Bryan ED, Melby CL & Smith MJ, 1997)


El verdadero y más grande problema es que el alcohol puede hacer que quieras comer más. De acuerdo a un estudio publicado en the International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders, un grupo de hombres comieron más comida cuando los alimentos fueron servidos con cerveza o vino, en lugar de una bebida libre de alcohol. (Buemann, B., Toubro, S., & Astrup, A., 2002).


En este punto una sola noche de salida puede convertirse en una inocente despedida de tus objetivos, pues arruinas tu capacidad para metabolizar grasa y además ingieres una cantidad de calorías que en promedio van de las 3.000 a 4.500 si te encuentras en un sitio donde venden delicias como alitas, pizzas o hamburguesas! aún así no te impacientes, aún existen esperanzas.

Antes que salgas a ahogar tus penas en el alcohol, deberías saber que es posible perder peso mientras consumes alcohol. Un estudio presentado en Alemania asigno 49 sujetos con sobrepeso a una de dos dietas de 1500 calorías. El primer grupo hizo la dieta incluyendo un vaso de vino cada día, mientras el otro grupo bebió un vaso de jugo de uva. El grupo que tomo vino todos los días perdió 10,4 libras, mientras los que bebieron jugo perdieron 8,3 libras. Cuando se usa con moderación, el alcohol puede hacer parte de un plan de alimentación saludable, en otras palabras, la moderación es la clave. (Flechtner-Mors, M., Biesalski, H.K., Jenkinson, C.P., Adler, G., & Ditschuneit, H.H, 2004)


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